Dejemos de compararnos con los demás.

La comparación es enemiga del autoestima, crea sentimientos negativos en nosotros.

Cuando enfocamos nuestra atención en compararnos con los demás, nuestras inseguridades tomarán fuerza y solo nos fijaremos en nuestras debilidades, defectos y en nuestras carencias.

Empezaremos a sentirnos mal porque creeremos que no somos como aquellas personas, cuando cada quien es diferente.

Nuestra autoestima debe ser construida diariamente, debemos desarrollar nuestras habilidades y darnos el valor que merecemos, aceptando quienes somos y celebrando nuestras virtudes y logros.

Debemos tener autocontrol de nuestras emociones y pensamientos, incluso podríamos llegar hacer una comparación saludable y proactiva: “Si aquella persona puede, yo también” y brindarnos un impulso y cierta motivación.

No pensemos en ser mejor que nadie, cumplamos nuestros propios sueños y seamos buenos en lo que hacemos, da lo mejor de tí, valora lo que tienes y quien eres hoy, admirate y piensa en todo lo que haz logrado y si aún no empiezas, el momento es ahora.

Smig